DE LA EDUCACIÓN MASÓNICA
agosto 24, 2024 at 6:51 ,
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DE LA EDUCACIÓN MASÓNICA
En una oportunidad leí unos trabajos que, por el enunciado, tenía el propósito de enseñar al masón, orientado particularmente hacia los Hermanos del grado de Compañero o Compañero del oficio, como se le conoce también. Unos artículos eran muy buenos, mas otros me llamaron mucho la atención por el valor de su contenido bastante discutible; me impactó su absoluta falta con valor didáctico masónico. Francamente, esos trabajos paralizan la mente más extraordinaria. Pues revisándolos con detenimiento, se descubre en ellos cosas impresionantes, v.g., hacen alarde de una retórica revesada; exhiben una extraña y rara alquimia del "conocimiento" masónico; haciendo alarde del más extravagante sincretismo, alegando carácter masónico de los temas, no siendo más que un inmenso maremagno. En resumen, están plagados de un inconfundible endosmosis doctrinal, no siendo sino unas ingeniosas logomaquias. Considerados estrictamente desde el punto de vista de la docencia masónica (educación o instrucción, como se prefiera), lamentablemente carecen de todo valor. Y como si todo ésto no fuera suficiente, hacen afirmaciones que no se puede calificar sino de irreflexivas, absurdas, altamente imaginativas y sorprendentemente incompatibles e inconciliables con los más elementales de historia y ciencia.
Educar al masón es FIRMARLO. ¿Formamos al masón proporcionándole una educación substantiva; una enseñanza sólida? Si nuestro propósito real es la formación del masón, se sigue que no podemos, y mucho menos debemos, deliberada o inconscientemente deformar su instrucción. Teniendo presente este axioma, podemos decir que para educar, enseñar instruir o formar, no es suficiente ser masón, o tener la voluntad, o sentirse impulsado por el entusiasmo o creer que se sabe o se sabe, o, simplemente, ostentar algún grado más allá de los simbólicos. La cruel verdad es que se necesita y se requiere algo más convincente, algo más concreto, algo que sea admisible como aval, . . . algo reputable, reconocido.
Si DE VERDAD queremos construir el edificio del conocimiento masónico, NECESARIAMENTE tenemos que reorientar todo nuestro sistema y esquema de la docencia o instrucción masónica.
No todo lo que se escribe o lo que se lee son masónicos, tienen las bondades y créditos masónicos. Tampoco les confiere éstas cualidades el hecho de que lo haya escrito un masón. Aun cuando haya quienes estén plenamente convencidos de que la sola condición de ser masón estampa automáticamente el sello inconfundible de masónico. Los que así piensan no pueden ser calificados de otro modo sino de verdaderos genios de la decepción de toda alma masónica sensible.
Para algunos masones resulta sumamente difícil, y hasta imposible, reconocer la línea divisoria que separa la Masonería de lo No-masónico; son incapaces de distinguir entre lo uno y lo otro. La causa principal, única y exclusiva de ésto, según mi experiencia directa de más de 50 años, es que tienen muchos "conocimientos" de lo NO-masónico y NINGUNA sofía de la Francmasonería. Sin embargo están plenamente convencidos de que sin conocer la harina, están haciendo pan amasando la arena. Perdieron su tiempo en las Logias.
La enseñanza masónica tiene varios propósitos: 1-. Enseñar QUÉ ES y PARA QUÉ ES la Francmasonería; 2-. Despertar en el adepto el interés y el amor por la Masonería y por la Francmasonería; 3-. Inducir el espíritu del iniciado, desde el PRIMER DÍA, al estudio y apreciación de la Masonería y la Francmasonería o MASONOLOGÍA; 4-. Hacer que el adepto aprecie la Francmasonería y se sienta orgulloso de ella; 5-. Hacer que el masón descubra en la Francmasonería una fuente inagotable de conocimientos positivos; 6-. Procurar crear en cada masón una CULTURA MASÓNICA; 7-. Lograr que cada uno de los miembros de la Francmasonería sea un digno y cabal representate de ella. En resumen, SE PRETENDE CREAR PROFESIONALES DE LA FRANCMASONERÍA . . . SEAN BUENOS . . . EXCELENTES, que cada masón SEA APÓSTOL DE LA FRATERNIDAD.
La diferencia entre la docencia académica y la masónica realmente no es tan grande como virtualmente sugieren los dos adjetivos. Tienen más puntos coincidentes que divergentes. La única diferencia entre los dos es el PROPÓSITO. En ambos casos el resultados dependerán de QUIÉN enseña; QUÉ enseña; CÓMO se enseña, y, naturalmente, el NIVEL DE EXIGENCIA.
La educación general ES tarea ES responsabilidad tanto individual como colectiva, TAREA directa de CADA UNO de los masónes.
Eso de que es suficiente que el candidato "sepa leer y escribir", es admirable, sólo que en el sentido figurando, mas no en el sentido literal de la palabra. Justificar esto es alegar la propia ignorancia. Equiponderar la sola cualidad de "saber leer y escribir" con el instruido es conformarse con algo menos que la nada. ¡Nadie ha ganado una competencia de salto alto cuando apenas sabe brincar un charquito!
Con el "saber leer y escribir" lo que se quiere decir, que la Francmasonería está abierta a todos que estén dispuestos a aprender su filosofía y vivir conforme sus enseñanzas.
La enseñanza masónica DEBE tener (o se supone debería tener) las siguientes características: Escolástica; Formalidad; Selectividad; Sistemática.
ESCOLÁSTICA: Sigue el patrón establecido en la década de los 1880s. Es la escuela AUTÉNTICA o Científica. Descarta los métodos de la escuela No-auténtica, que tiene una marcada preferencia e inclinación por la inclinación esotérica, mística, simbolista y romántica. En éstos métodos de aproximación domina el criterio subjetivo-fantasioso y NO la RAZÓN OBJETIVA-DISCURSIVA. Estos consideran como valedero todo lo que tiene que ver con los misterios, con el misticismo y todo tipo de religiones de misterio del antiguo pasado. Ordinariamente se fundamentan en "hechos" históricos producto de las creencias fantasiosas, validándolas con y por las vagas similitudes que pudieran tener con la Franmasonería.
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FORMALIDAD. Cuando se habla de formalidad se quiere entender esa cualidad de los temas que se puede reconocer como SERIOS. Se caracteriza por la verdad objetiva que se emplea en la discusión y el estudio del tema propuesto. En los razonamientos no prevalece el dochesis (lo que parece) sino se vale del espíritu discursivo. La formalidad es la antítesis de la superficialidad, de la falacia, de las delirantes absurdidades, de las torpes interpretaciones, de las fantasías deslumbrantes, de las meditaciones vertiginosas, de la magia de la alquimia, de las palabras extraídas de los textos "metafísicos", ocultistas, místicas y de las religiones de misterio. La formalidad NO admite ni contrasentidos, ni extravagantes incoherencias, ni divagaciones logomáquicas. La formalidad EXIGE el uso de textos selectos y no admite la caprichosa elección ad libitum. Inclina la preferencia por materiales que efectivamente se reputan masónicos, de masones reconocidos. NO se conforma con que el material tenga algún remoto parecido con la Francmasonería.
SELECTIVIDAD. Esto se refiere a la escogencia de los temas de acuerdo a las necesidades y exigencias que cada Grado Simbólico impone en la consecución del conocimiento coherente de cada uno de ellos. Dicho de otra manera: los temas deben ser aquellos puntos del grado cuyo dominio garantiza el el conocimiento efectivo de ese grado. Aquí no se trata de enseñar al masón a discreción, pues terminará aprendiendo de todo y al final no sabrá ni conocerá nada de su grado, ni de la Francmasonería. La enseñanza es programada y orientada.
SISTEMÁTICA. Se quiere entender por esto el proceso de educación que toma en cuenta la secuencia de los temas a desarrollar: la concatenación. Lleva en si la reiteración de los temas.
El primer caso se caracteriza por ser restrictivo en el trato de los temas; es de poco alcance y se concreta sólo sobre algunos puntos de la cosa que intenta explicar. El segundo caso se caracteriza por la reiteración. Esto permite mayor elasticidad, mas no se desvía de la cosa que intenta enseñar o estudiar; amplia los conceptos sobre las cosas objetos del estudio.
El propósito general de un método con las características que se acaba de señalar es el de procurar construir en el masón, a través de los tres Grados Simbólicos, una plataforma de conocimientos sólidos y coherentes que le podrá catapultar con éxito hacia un campo más serio, elástico, que, sin duda, le llevarán al estudio formal y amplio de la Francmasonería en todas sus facetas: HISTORIA, LEYES, USOS y COSTUMBRES, SIMBOLOS.
Hay otra cosa que núnca se ha considerado seriamente: PROCURAR LA REACCIÓN EMPATICA del adepto. (Entiéndase por empatía la reacción sensible de la persona frente al hecho que ante él se presenta o sucede.) Digamos esto de manera menos dominguera. Se quiere y se persigue que el MASÓN JOVEN SE ENAMORE DE y SEA SENSIBLE a la Francmasonería. ¿A caso no es esto lo que todos pretenden, aspiran? Ciertamente, SI, sólo que en muchos casos no se acierta ni con el método, ni con los temas y con las personas tampoco.
Dado que se trata de la enseñanza, se plantean dos cosas enormemente importantes: el QUIÉN enseña y el QUÉ enseñar. En el deporte alguien puede ser un destacado nadador lo cual no le calificará para entrenador de esgrima.
En cuanto al segundo se nos ocurre el ejemplo del agricultor, quien quiere tener buena cosecha de trigo. Con seguridad, escogerá las mejores semillas y no lo mezclará con frijoles, lentejas y arvejas y demás semillas que tenga en su almacén. De hacer lo contrario, habrá sembrado todo y cosechará nada.
No todos somos idóneos para enseñar la Francmasonería, ni todos tenemos qué enseñar a los francmasones.
Es factible que lo que se dijo haya sorprendido al lector o sentirse ofendidos, o hasta descalificados. No sería nada extraño.
Los Hermanos deben considerar que nosotros no tenemos la tradición de la cultura masónica que en otras latitudes tiene 300 años. Tampoco en nuestra Logias de espíritus masónicos, que, por sus obras, los podríamos admirar, que nos inspiren.
Tampoco contamos con esos grandes intelectuales de la Masonería que tuvieron otros países. Las razones son de índole históricas.
Nosotros tenemos que partir desde cero, aprovechando el fruto de los trabajos de las grandes figuras universales de la literatura masónica.
RECOMENDEMOS ALGUNOS
Sobre el MITO Miranda masón: El venezolano Francisco de Miranda ¿Iniciado masón después de muerto? scielo.sa.cr
GRANDES ESCRITORES MASONICOS (escriba esto en el buscador) y tendrá respuestas deseadas.
Se recomienda especialmente al padre jesuita Dr. José Antonio Ferrer Benimeli. ‼️‼️‼️
scielo.sa.cr
Masonería y literatura en el mundo anglosajón
uned.es
Autores contemporáneos
masonica.es
En inglés y castellano
Escriba en el buscador:
Great Masonic writers
Masonic authors
Masonic authors:
masonicsourcebook.com
Meet 10 masonic authors
thesquaremagazine.com
Famous Freemason Authors
temeculamasons.org
Las tenidas pueden ser muy dinámicas, interesantes y productivas como también monótonas, fastidiosas e improductivas. Ésto depende del V.M.
¿CÓMO HACER UNA TENIDA INTERESANTE, DINAMICA Y PRODUCTIVA?
Primero que nada, debemos dejar atrás la obsoleta mentalidad anacrónica y adecuarnos al dinamismo de los tiempos modernos. Las tenidas no pueden seguir siendo "cursos de presencia".
El V.M. para los Maestros; el P.V. para los Compañeros y el S.V. para los Aprendices asignar temas a investigar y exponer. El tiempo de exposición debe ser limitada para dar tiempo para los comentarios.
Hacer esto en MESA REDONDA es lo ideal‼️A la antigua usanza y costumbre, como lo hicieron nuestros predecesores. Para animar, fumaban, comían y bebían. (La bebida se puede limitar a máximo 1 caja de cerveza por hermano.😄)
¡Los Maestro sean MAESTROS de verdad y NO sólo de nombre!
Hace muchos años, asistimos a una tenida de la Lealtad No. 19, donde el V.M., en MESA REDONDA, puso un tema a discutir.
¡¡¡ Qué tenida tan extraordinaria fué essa!!!
¡¡¡VALIÓ LA PENA VIAJAR 400 KILÓMETROS!!!
Hagamos que todas las tenidas sean de instrucción para todos, que el Hermano espere ávido el día de Tenida.